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| Foto: RC Celta |
El Celta continúa su vertiginoso camino hacia el abismo, y esta tarde ha caído derrotado ante Osasuna, que no necesitó mucho para llevarse los tres puntos de Balaídos ante un equipo sin alma que deja señales muy preocupantes. Iago Aspas fue el único capaz de perforar la meta rival una vez más.
La pésima gestión de la directiva celeste dejó a Carvalhal únicamente tres entrenos antes del partido. En su once inicial no se complicó la vida, y apostó por los mismos que venían jugando habitualmente, con el único cambio obligatorio del sancionado Gabri Veiga.
El equipo que salió de inicio estuvo formado por Marchesín, Mingueza, Aidoo, Unai Núñez, Javi Galán, Fran Beltrán, Óscar Rodríguez, Carles Pérez, Cervi, Iago Aspas y Strand Larsen. Mismo equipo, y sensaciones muy parecidas, ya que a los 7 minutos, en el primer disparo de Osasuna, llegó el tanto de Chimy Avila. Un golazo que adelantaba a los navarros en el mercado.
El Celta no se descompuso y dispuso de muy buenos minutos tras el gol osasunista, quizás los mejores del partido. En el minuto 10 Iago Aspas le puso un caramelito a Javi Galán, pero el extremeño envió el balón de volea excesivamente alto cuando lo tenía todo para marcar.
Tendría que ser Aspas el que llevase la igualdad al tanteador con un gran lanzamiento desde el interior del área. El balón golpeó con fuerza el larguero y acabó en el fondo de las mallas de Aitor Fernández.
En el minuto 23 la afición celeste aplaudió al cesado Eduardo Coudet, y cuando aún casi duraban los aplausos llegó el segundo del Chimy Ávila, que aprovechó un buen centro de Manu Sánchez para enviar el balón al fondo de las mallas con un buen cabezazo. Este segundo gol no lo encajó tan bien el Celta. Fue un golpe duro para los locales, que empiezan a flojear de moral.
Tras el descanso salieron ambos equipos sin cambios, y el Celta con la obligación de asediar la portería de Aitor Fernández, pero fue incapaz. Las ocasiones, que fueron pocas en este segundo acto, tuvieron casi siempre como protagonistas a los atacantes rojillos.
En el minuto 56 llegó el esperado debut de Williot Swedberg, que saltó al campo acompañado por Paciência, como la que él tuvo durante estas jornadas, abandonando el terreno de juego Strand Larsen y Carles Pérez. 9 minutos después el sueco se llevaría su primera cartulina amarilla.
En el minuto 78 llegó la esperanza a Balaídos cuando Figueroa Vázquez señaló penalti a favor del Celta tras una mano de David García, pero el VAR corrigió al colegiado, que tras revisarlo en el monitor decidió anular la pena máxima.
En los últimos minutos pareció que el Celta estaba vivo, en gran medida gracias a Paciência, que le dio nuevo bríos al ataque vigués, que al menos empezó a tirar a puerta. En el 84 lo intentó Iago Aspas con una bonita chilena, aunque fácil para Aitor. No tan fácil fue su parada en el minuto 89 a disparo de Paciência. Balaídos ya cantaba el gol, pero la estirada del meta visitante lo evitó.
Con esta acción quedó finiquitado el partido. una nueva derrota de un Celta que huele muy mal. Esperemos que con más tiempo, Carvalhal sea capaz de enderezar la nave.
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