Coudet se acerca peligrosamente a su destitución


Foto: LOF



Eduardo Coudet atraviesa el momento más delicado desde que es entrenador del Celta. Lejos queda la ilusión generada por su renovación hasta 2024. Tan lejos que incluso el club llegó a un acuerdo con el entrenador para liberar su contrato al final de la presente temporada, pero a día de hoy no parece tan claro que vaya a tener la oportunidad de estar hasta junio al frente del banquillo céltico. 

Las últimas derrotas le han puesto en la picota, y cada vez son más los aficionados que piden un relevo en el banquillo, y parece que las dudas también asaltan al Consejo de Administración. El periodista David Moldes informó esta tarde que el club había perdido la confianza en el preparador argentino, y que solo el costoso finiquito está evitando su destitución. 

Hoy el partido había empezado bastante bien. No es que el Celta estuviese haciendo el partido de su vida, pero estaba ganando y daba la sensación de tener el partido controlado. La expulsión de Gabri Veiga cambió radicalmente el sino del partido, y puede que también la trayectoria de Coudet como técnico del Celta. 

Es cierto que la reacción del equipo tras verse con uno menos no fue la más adecuada, y que en ese error también tiene una cuota de culpa el entrenador, pero no es fácil gestionar una situación así en un equipo que está claramente tocado. Sin embargo, hasta ese momento el equipo había mantenido una imagen decente, y la celebración del gol deja claro que, más allá de los rumores, el vestuario está con Coudet. 

Y esa suele ser una de las cuestiones más importantes a la hora de destituir al entrenador. Por otro lado, al equipo no se le ve roto ni ha tirado la toalla. El cambio de entrenador no siempre es la solución, y mucho menos sin conocer la alternativa, que puede dar bastante pánico a la vista de las últimas elecciones del club en una situación similar. Quizás el único acierto real fue fichar precisamente a Coudet hace dos temporadas. 

Pero por otro lado es comprensible el nerviosismo del club en la actual situación. La sola idea de un descenso justo en el año del centenario ha provocado que se enciendan todas las alarmas en Casa Celta, y lo más habitual en estos casos es que caiga la figura del entrenador. ¿Será la solución? El tiempo lo dirá. El tiempo y por supuesto el tino  a la hora de escoger a su sucesor. 

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