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| Foto: Alex Caparros / Getty Images |
Partido con dos partes claramente diferencias. La primera para el Barcelona, que aprovechó un error de Unai Núñez para anotar, y una segunda que fue totalmente del Celta, pero faltó el acierto para equilibrar el partido o incluso llevárselo, que no sería para nada injusto.
No hubo sorpresas en la alineación de Ariel Broggi, que contó de inicio con Marchesín en portería, defensa de 4 para Hugo Mallo, Aidoo, Unai Núñez y Javi Galán. Por delante de ellos Fran Beltrán, y un poco más arriba Gabri Veiga, Óscar Rodríguez y Cervi. En punta de ataque la pareja habitual formada por Iago Aspas y Strand Larsen.
Sufrió mucho el Celta en los primeros compases del partido ante un Barcelona que salió muy metido desde el pitido inicial. Las ocasiones de los catalanes iban llegando a cuentagotas. La primera en el minuto 7, en una acción en la que Ferrán Torres no llegó a tiempo para rematar.
A partir del minuto 10 comenzó a intensificarse la presión, con Marchesín muy inspirado defendiendo la portería celeste, primero a un potente disparo de Raphinha, con una gran intervención del argentino, y posteriormente a un cabezazo de Lewandoski.
Pero en el 17 no pudo evitar el tanto culé. El Barcelona enhebró una gran acción colectiva que acabó con un centro al corazón del área de Gavi que Unai Núñez convirtió en un pase de gol para Pedri con un terrible despeje que permitió al canario adelantar a su equipo.
El Barcelona siguió llegando en los siguientes minutos, pero tras el gol el Celta pudo estirarse y tener algo más de posesión para acercarse al área de Ter Stegen, aunque las ocasiones de los célticos fueron realmente escasas, y muchas de ellas anuladas por fuera de juego. La más clara la tuvo Cervi que no llegó a un fantástico pase de Iago Aspas. Strand Larsen también lo intentó al borde del descuente con un cabezazo muy tímido que no generó ningún problema para el meta barcelonista.
Tras el descanso salió el Celta sin cambios, pero de una manera muy diferente, tanto que parecía un partido diferente con los celestes siendo muy superiores y perdonando la vida al Barcelona con muchísimas ocasiones erradas que impidieron que los de Broggi se llevasen algo positivo de su visita al Camp Nou.
La pirmera clamorosa fue con Óscar Rodríguez como protagonista. El manchego recibió un gran pase de Iago Aspas, pero se perfiló mal para disparar y acabó echando el balón fuera. El equipo vigués asfixiaba en la presión al Barcelona, y salía con criterio a la contra, aunque fallaba en la definición.
Un buen ejemplo de lo que comentamos llegó en el minuto 56 cuando se produjo una doble ocasión, primero en botas de Gabri Veiga, cuyo remate es rechazado por un zaguero, y posteriormente en el rechace de Óscar Rodríguez, tapado también por un rival.
La única vez que el Celta logró marcar el tanto fue anulado por fuera de juego en la acción previa, cuando Javi Galán recibió de Aspas. El extremeño envió el balón al larguero y Strand Larsen recogió el rechace y cabeceó al fondo de las mallas, pero la jugada ya estaba anulada.
Broggi movió el banquillo dando entrada a Solari y Carles Pérez, dejando el terreno de juego Gabri Veiga y Strand Larsen. Con los cambios Óscar se situó en la posición de Gabri Veiga, Solari por derecha, y Carles Pérez al lado de Aspas. Posteriormente entraría Paciência por Cervi, pasando entonces el catalán a la banda izquierda.
El Barcelona también movió el banquillo, y con los cambios y aire fresco en sus piernas el partido se igualó, pero faltaba el arreón final del Celta, que en los últimos 10 minutos llegó a generar tres o cuatro ocasiones bastante claras que le hicieron merecedor, como mínimo del empate, aunque ninguna de ellas llegó a transformarse en gol, y si se perdona a un equipo como el Barcelona, lo lógico es venirse de vacío.
En todo caso la imagen del equipo, sobre todo en la segunda mitad, fue muy buena. Esta era una derrota más o menos prevista, pero esta es la línea de juego a la que tiene que agarrarse el equipo para acabar arriba esta temporada.
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