Las tres patatas calientes del Celta


Foto: Ricardo Grobas / Faro de Vigo

El Celta sigue trabajando en la confección de su plantilla para la Temporada 2022-23, pero a pocos días de que comience la pretemporada del equipo sigue encontrándose con graves problemas de planificación, que están provocando retrasos a la hora de completar la misma. La máxima del club es que para que vayan entrando jugadores, deben salir otros, y eso genera un pequeño colapso. 

En Príncipe contaban con ingresar más de 2 millones de euros por el traspaso de Okay Yokuslu al Getafe, pero el club madrileño ha optado, amparándose en el contrato, por no pagar la cláusula de compra, por lo que el Celta se encuentra de nuevo con el problema de “colocar” al turco. Y no será nada sencillo, ya que su rendimiento no ha sido excesivamente destacado en el Getafe, y tampoco en el Celta en los últimos años. Se agarra al buen cartel de su paso por la Premier League, pero eso no sirvió el verano pasado para encontrarle acomodo. Es un gran problema para el Celta en su último año de contrato. 

Las otras dos patatas calientes son las ya conocidas de Denis Suárez y Santi Mina, pero el paso del tiempo no beneficia al Celta, más bien todo lo contrario. En el caso de Denis se espera una venta que ayude a la confección de la plantilla, pero si se produce será demasiado tarde. El futbolista no tiene prisa, y hace bien. El club no lo está tratando bien, y como es lógico busca lo mejor para él, sabiendo que el tiempo corre a su favor. Está estudiando con calma las opciones. El próximo lunes cuando regrese el equipo al trabajo puede verse apartado del resto de la plantilla. Sería otro detalle feo del club, pero no sorprendería a nadie a estas alturas. 

La tercera patata caliente es Santi Mina. El club quiere deshacerse de él con toda la lógica del mundo, pero nadie es ajeno a lo que ha hecho. En España es imposible que ningún club lo fiche, y seguramente en Europa también. Las informaciones que llegan sobre él hablan de la esperanza de que encuentre acomodo en algún país en el que los derechos de la mujer no tengan mucha importancia, y desgraciadamente aún los hay.  El Celta no espera cobrar un traspaso por él. Le dará la carta de libertad con gusto si encuentra un equipo que lo quiera, pero no será fácil.

Hay otros casos en los que el Celta puede estudiar una venta, e incluso desearla, pero no son de ningún modo un problema para el club. Con Orbelín Pineda existió la ilusión de pegar un pelotazo en tan solo seis meses, pero no se ha dado, al menos no la opción mexicana,  lo que no descarta que existan otras opciones. El resto de la plantilla con la que cuenta Eduardo Coudet hasta la fecha, bastante escasa por cierto, son jugadores con los que cuenta el club, exceptuando quizás a Solari, a quien podrían intentar rescindir, pero sin demasiada urgencia ya que su salario es low cost. Otro tema son los jugadores que llegan tras cesión, a los que probablemente se les busque un nuevo destino para esta temporada, en la misma condición de cedidos. 

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