Hace unos días comentaba Denis Suárez que el club no le había comunicado nada, por lo que era "uno más" de la plantilla, entrenando al mismo ritmo que sus compañeros. Pero en este Celta, Denis Suárez no es ni mucho menos uno más. Para la directiva es un estorbo, y en todas las publicaciones del club en redes sociales se evita hasta el detalle su aparición. Como si no existiese.
La política comunicativa del club siempre ha sido así. Ya en tiempos de Orellana, cuando abandonó el club en el mes de enero tras una trifulca con Berizzo, ocultaron los goles del chileno cuando en los descansos de los partidos de la Europa League ponían los tantos conseguidos por el equipo céltico hasta ese momento. A Denis le han hecho algo parecido, y además se ha quedado fuera del Stage que realizará el equipo en norteamericana. Y ni tan siquiera han señalado su ausencia. Como si no existiese.
Todo esto tan solo unos días después de que el propio Denis en declaraciones para la Televisión de Galicia pidiese explicaciones al club del motivo de su desencuentro. Por supuesto el club no las ha dado, porque uno no puede explicar nada de alguien que es como si no existiese, aunque el problema para el Celta es que Denis sí que existe, como Teruel, y es uno de sus grandes problemas en este mercado de fichajes.
El Celta intenta su salida de forma desesperada, por un lado porque quiere quitarse de encima el gran salario que le ofreció hace tan solo tres años, y por otro porque necesita ingresar dinero para realizar ese equipo tan ilusionante en el que trabaja Luís Campos y la secretaría técnica del Celta. Pero por el momento no llegan ofertas, ya no es que no lleguen ofertas atractivas, es que no están llegando propuestas a Príncipe. Vamos, como si Denis no existiese.
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