No sabemos cuál será el destino de Emre Mor para la próxima temporada, pero lo cierto es que su vida ha cambiado radicalmente desde que abandonó el Celta el pasado verano. El club celeste estaba intentando librarse de él y le costó no pocas negociaciones, encontrando finalmente acomodo en el Fatih Karagümrük turco, donde esta campaña se ha destapado como uno de sus mejores futbolistas.
Seis goles y cuatro asistencias le han convertido en uno de los jugadores destacados de la Super Lig, y su rendimiento no ha pasado desapercibido, no solo en Turquía, donde un grande como el Fenerbahçe para interesado en sus servicios, sino también fuera de las fronteras turcas. En Italia se le ha relacionado con el Atalanta y la Fiorentina, dos clubes potentes de la Serie A.
Además también está la posibilidad de continuar en su actual equipo, aunque la marcha de Volkan Demirel como técnico puede ser un problema para el jugador. En todo caso es el propio Emre quien debe deshojar la margarita y decidir que hará de cara a la próxima campaña. Un panorama que nada tenía que ver con el de hace un año, en el que su carrera deportiva parecía estar a punto de colapsar tras años malísimos en el Celta.
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