Uno de los días más tristes en la historia del Celta



El Celta ha vivido este miércoles uno de los días más negros de su historia. Un futbolista de su plantilla, Santi Mina, ha sido condenado a cuatro años de cárcel por abusos sexuales. El vigués ya es historia del Celta. No volverá a vestir la camiseta del Celta, mientras el club escruta los recursos legales para rescindir su contrato. 

Nada más conocerse la noticia se anunció que el futbolista estaba apartado, mientras se le abría un expediente disciplinario. Es una medida justa y necesaria. Son muchas las voces que reclaman un despedido fulminante, aunque por cuestiones legales esto no es tan sencillo. 

Hasta hoy el club no se había pronunciado sobre este caso, se limitaba a defender la presunción de inocencia del jugador, que a nivel deportivo ha sido uno más hasta el momento de conocerse la condena. Todo ha cambiado esta mañana. La mancha del club, en este caso, es contratar a un futbolista que tenía una causa judicial pendiente por este motivo. 

Pero el club es una víctima más en todo este embrollo, y el Celta, la entidad, el nombre, también. Su nombre ha sido manchado por esta sentencia, y está siendo noticia en todo el mundo. Muchos solo conocerán al club por este lamentable y condenable suceso, que ojalá nunca más tenga que vivir una mujer. 

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