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| Foto: Octavio Passos/Getty Images |
Decía Gary Lineker que contra la selección alemana al primer bostezo llegaba el gol de los germanos. Con el Real Madrid, al primer bostezo le pitan un penalti a favor. Hasta tres pitó esta tarde González Fuertes en uno de sus habituales recitales. Todos ellos dudosos. El VAR ni se inmutó. Si lo hizo, sin embargo, en un gol de Thiago Galhardo anulado por supuesta interferencia de Iago Aspas en un fuera de juego posicional. Así es realmente complicado derrotar a un equipo con más de 1000 millones de euros de presupuesto.
Y aún así el Celta estuvo en el partido durante los 90 minutos y los escasos que añadió González Fuertes, preocupado porque un gol postrero de los celestes estropease su enésimo bochorno.
El equipo de Coudet salió de inicio con Dituro en portería, defensa para Kevin, Aidoo, Murillo y Javi Galán. En el centro del campo Fran Beltrán, Denis Suárez, Brais Méndez, y Nolito, y arriba la pareja ofensiva formada por Iago Aspas y Thiago Galhardo.
Muy buena puesta en escena del Celta en los primeros minutos, encerrando al Real Madrid en su área y generando alguna que otra ocasión peligrosa. A los 13 minutos una buena combinación finalizó con un remate de Denis Suárez detenido por Courtois.
Pero cuando mejor estaba el Celta comenzó el recital de González Fuertes, que vio penalti en una acción de Nolito sobre Militao en el área céltica. La jugada deja mucho lugar a la duda, existe contacto y el VAR no entra. Benzema transformó la pena máxima poniendo en ventaja al equipo madrileño.
El gol le sentó mal al Celta, que estuvo un tanto noqueado en los siguientes minutos, a pesar de que pudo empatar por medio de Aspas en un lanzamiento de falta muy bien sacado por Courtois. En los últimos minutos de la primera mitad volvió a tomar el control el Celta, y llegó a empatar por medio de Galhardo, pero una vez se encontró con el colegiado, que anuló el tanto tras revisión en la pantalla por fuera de juego posicional de Iago Aspas.
Como sucedió en la primera mitad, el Celta salió mucho mejor tras el descanso, y en el minuto 52 encontró su premio tras una bonita acción combinativa que acabó con centro de Galán que remata Nolito de forma inapelable. No había duda, era gol.
El partido se le complicaba al Madrid, con el Celta totalmente lanzado sobre la meta rival, pero González Fuertes no había dicho su última palabra. Al cuarto de hora de la reanudación señaló un nuevo penalti en área céltica, que en este caso detuvo Dituro ante el lanzamiento de Benzema, pero en el minuto 67 llegó una tercera pena máxima, que esta vez sí transformó el francés para dar ventaja al equipo blanco.
Balaídos estaba indignado. La sensación es que el colegiado pitaría los penaltis que fuesen necesarios, y en cada incursión del Madrid en el área celeste la grada coreaba “penalti, penalti” con retranca.
No lo necesitó el equipo blanco. En los últimos minutos el Celta buscó con empeño el tanto, pero ante un equipo blanco bien cerrado no acabó de encontrar los espacios. Hubo alguna que otra caída en el área céltica, pero ahí, por lo que sea, no se equivocan tanto los trencillas.
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