El año en blanco de Rubén



El 7 de marzo de 2021 Rubén Blanco abandonaba antes de tiempo el terreno de juego de El Alcoraz, donde el Celta se medía al Huesca. Lo hacía por la enésima lesión en su carrera deportiva, en esta ocasión en una rodilla, que le dejaba fuera de circulación para toda la temporada. 

Las lesiones han perseguido a Rubén Blanco a lo largo de toda su carrera. Dolencias de diversa índole y origen, que le han impedido tener la continuidad que necesita cualquier futbolista, especialmente en una posición tan especializada como la portería, para ganar madurez y asentarse en una categoría muy complicada. 

El de Mos estaba listo para jugar en la pretemporada, y encaraba un nuevo curso con ilusión, y sin su amigo Sergio Álvarez como competencia en la portería. Llegó Matías Dituro, que contó con la confianza de Coudet desde el primer minuto. El arquero argentino ha correspondido a esa confianza con un rendimiento extraordinario. Da la sensación de que no es casual que el Celta firme excelente cifras a balón parado. 

Así pues, Rubén Blanco se tiene que conformar con ser ahora mismo la alternativa a Dituro. Participó en la Copa, pero incluso ahí la mala fortuna se cruzó en su camino, perdiéndose el partido ante el Atlético Baleares al ser contacto estrecho de un positivo en Covid-19. No tiene fortuna el canterano. 

Estos días, como bien recuerda hoy Faro de Vigo, se cumplirá un año sin ver a Rubén Blanco en Liga, salvo sorpresa mayúscula en la alineación ante el Mallorca. Mucho tiempo de ausencia para un guardameta que parecía que iba a ser el dueño de la portería céltica durante muchos años. 

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