Abel Caballero promete que la reforma de Balaídos estará lista para el bicentenario del Celta



El Alcalde de Vigo, Abel Caballero, prometió esta mañana  que el estadio de Balaídos estará totalmente reformado para el bicentenario del Celta, que se celebrará en el año 2123. El regidor volvió a insistir en que las obras están yendo a velocidad de crucero, y que se están cumpliendo escrupulosamente todos los plazos: 

“Las obras van a uña de caballo, a una velocidad de vértigo, y nadie me podrá decir que llevamos ni un solo día de retraso. Esta grada estará totalmente terminada allá por el año 2050, y esperemos que en 2075 podamos comenzar a derribar la grada de Gol, si la subida del nivel del mar nos lo permite, porque deben saber ustedes que hay cosas que no podemos controlar”, explicó el socialista mientras hacía la señal de la victoria con sus manos alzadas hacia el cielo. 

En ese sentido, el socialista instó a los países más desarrollados a tomarse en serio el cambio climático para evitar que “impida la conclusión de una obra que será colosal, comparable con la Muralla China o con las pirámides egipcias”, señaló, al tiempo que anunció que solicitarán a la UNESCO que Balaídos sea declarado Patrimonio de la Humanidad. 

El regidor también prometió que las butacas serían las del Paris Saint-Germain: “Y no es una forma de hablar. Son exactamente las mismas, por eso estamos pendientes de que ellos decidan cambiarlas para poder ponerlas nosotros. Es cierto que eso supondrá un pequeño retraso de unos 20 años, pero queremos lo mejor para Vigo, que es la mejor ciudad del mundo. Viva Vigo, para siempre, me cago en tal”, proclamó mientras preguntaba a una reportera si era de Santiago. 

El Alcalde también quiso recordar que los plazos fijados pueden permitir abaratar costes a la hora de la reforma: “Está previsto que la grada de Gol se desplomará completamente allá por 2075, según los estudios de nuestros ingenieros. De ese modo evitaremos el lento proceso de derribo, que en condiciones normales serían unos 45 años”, subrayó, y volvió a recordar que con una obra pública "de esta envergadura" es  complicado acertar con los plazos. 

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