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| Foto: Faro de Vigo |
El Celta se ha vuelto a ir de vacío de Balaídos tras un partido en el que fue superior por momentos a la Real Sociedad, pero no fue capaz de superar a un Mathew Ryan que estuvo a un nivel estratosférico defendiendo la portería de la Real Sociedad, evitando la victoria del Celta que seguramente sería lo más justo, aunque lo justo es que gane el que más goles marca.
Coudet apostó por el mismo once que venció el pasado lunes al Getafe, con Aidoo asentado en el eje de la zaga, y Fran Beltrán como titular con Tapia en el banquillo. Una situación bastante novedosa para el internacional peruano, que acaba de recuperarse de la lesión sufrida con su selección.
Salió el Celta en tromba, a juego con la que caía del cielo en forma de agua, y gozó de dos ocasiones claras en los primeros cinco minutos de partido. La primera en las botas de Nolito, que conectó un disparo de rosca al primer toque, que se fue fuera lamiendo el palo. Dos minutos después comenzó el recital de Ryan con una parada tras una acción entre Brais y Denis.
Tras los primeros minutos de asedio céltico respondió la Real Sociedad con una acción en las botas de Isak, que recorrió varios metros en solitario, pero no pudo superar a Dituro. Y al borde del descanso llegó quizás la mejor ocasión del Celta, y otra gran intervención de Ryan con una doble intervención, primero a tiro de Denis y el más complicado tras un remate de Santi Mina, quizás demasiado centrado, que el meta australiano mandó a córner.
En la segunda mitad se mantuvo la tónica de la primera, con superioridad celeste y mejores ocasiones, pero un desajuste defensivo propició el tanto de Isak en el minuto 53.
A renglón seguido del gol de la Real Sociedad llegó otra doble ocasión para el Celta, que una vez más fue desbaratada por Ryan, primero en un mano a mano con Aspas, y después al cabezazo de Santi Mina, que solventó con una gran estirada.
Tras el gol, la Real Sociedad plegó velas. Imanol realizó cambios defensivos para pertrecharse atrás, y la estrategia funcionó, ya que el Celta fue perdiendo chispa con el paso de los minutos, también ayudado por un césped muy pesado por la cantidad de agua caída sobre el estadio céltico.
Los cambios de Coudet no surtieron el efecto esperado, ninguno de los jugadores que saltó al terreno de juego en la segunda mitad cambió la tónica del encuentro, que se fue muriendo con un Celta poco a poco menos incisivo, y además recibió un golpe mortal con el 0-2 a la salida de un córner, en una acción bastante afortunada en la que el remate de Mikel Merino es desviado con la espalda a gol por Aritz Elustondo.
Unos minutos antes había marcado el Celta por medio de Brais Méndez, aunque el gol fue anulado por fuera de juego. A la vista de las repeticiones se constata que el auxiliar de Melero López acertó al tomar su decisión.
Nueva derrota del Celta, que ya suma cinco en seis partidos, aunque el juego ha mejorado notablemente respecto a otros partidos. Lo normal jugando así sería ganar este partido. Sigue faltando acierto de cara al gol, y firmeza defensiva para que los rivales no marquen en casi todas sus llegadas, pero el equipo está en el camino de mejorar y cambiar la dinámica. No todos los rivales serán la Real Sociedad.
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