Novatadas que fortalecen


Foto: LFP

En la vida de todo deportista joven es necesario pagar de vez en cuando el peaje de la inexperencia. Llegar a la élite no es un camino de rosas, no solo por el camino previo en las categorías inferiores, con renuncias a muchas cosas propias de la edad de cualquier joven, pero lo más complicado llega cuando se presenta la oportunidad de estar en el equipo que uno siempre ha soñado. 

Ese es el caso de José Fontán, que ha tenido que trabajar muy duro durante muchos años para ganarse por méritos propios su presencia en la primera plantilla del Celta, con un acuerdo de renovación hasta 2024 que en ningún caso ha sido regalado, porque en la élite los regalos rara vez se dan. 

Es posible que el de ayer no haya sido el mejor día en la carrera del joven zaguero, pero puede ser un buen día si sabe sacar lo positivo que ha dejado. Al borde del descanso protagonizó una acción que acabó definiendo el partido tras cometer un penalti sobre un rival, con un carga excesiva a juicio del colegiado, y probablemente innecesaria. 

Todos sabemos que si esa carga la protagoniza Sergio Ramos o Piqué la jugada acabaría con un saque de meta para su equipo. Incluso si lo hace Murillo, pero Fontán pagó el peaje de la juventud. La novatada. 

Además no salió en la segunda mitad, cuando Coudet reestructuró el equipo buscando mayor profundidad, colocando a Solari como carrilero y manteniendo a Hugo Mallo en el campo. Hay un posible señalamiento, que esperemos que el Chacho haya solucionado charlando con el futbolista. 

Pero este episodio no debe empañar una trayectoria impecable de Fontán en el primer equipo. La pasada temporada demostró que puede ser un futbolista válido, tanto en la posición de central como de lateral, y ayer, con Araújo disponible, Coudet mostró una confianza en él que no desaparece por una jugada aislada. Fontán es un valor del club, y como tal hay que protegerlo. Hay un defensa para muchos años y lo de ayer solo puede fortalecerlo. 

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