Ibiza 5 - Celta 2 | Baño de realidad



Difícil explicar lo que pasó esta tarde en Ibiza. Ridículo, Bochorno, vergüenza. Faltan los calificativos para el partido perpetrado por el Celta en la isla. El equipo, con muchas caras nuevas, salió sin tensión alguna y a la media hora ya perdía por un claro 3-0. En los últimos minutos hubo un conato de reacción con los cambios, e incluso Santi Mina tuvo un penalty para poner el 4-3, pero haciendo homenaje al partido lo tiró de forma lamentable. Eliminación y a centrarse en La Liga. 

Coudet optó por un once muy alternativo, con Tapia como único titular habitual. Iván Villar en portería, defensa para Sergio Carreira, Aidoo, Fontán y el debutante Aarón Martín. Tapia, Beltrán y Okay en la medular, y arriba Baeza, Emre Mor y Lautaro. 

La superioridad del Ibiza fue patente desde los primeros minutos. Los jugadores isleños pasaban como aviones a los del Celta, que caminaban por el campo con la intensidad de un partido de entrenamiento. 12 minutos tardó en caer el primer gol de los locales, por medio de Sergio Castel. 

Tímidamente intentó reaccionar el Celta, con un disparo de Fran Beltrán, que sacó bien el portero, y posteriormente con un remate de cabeza de Lautaro, pero serían los ibicencos los que pusieron la puntilla, primero en el 28, con el segundo tanto de Castel, y a renglón seguido por medio de Javi Pérez. 3-0 en media hora de juego. 

En la segunda mitad salió el Celta con una intención un poco más agresiva, pero sin hacer demasiados esfuerzos, y al cuarto de hora anotó Manu Molina, que para mayor regocijo de su afición batió a Iván Villar con un disparo a lo Panenka. El meta celeste se había lanzado como un gato a su palo derecho varios segundos antes. 

Tras el cuarto del Ibiza, Chacho Coudet sacó la artillería pesada, dando entrada a Denis Suárez, Brais Méndez, Santi Mina y Alfon, retirándose del terreno de juego unos inoperantes Okay, Beltrán, Emre Mor y Baeza. Con los cambios el partido cambió radicalmente. El Celta aumentó su agresividad y empezó a inquietar la meta de Germán. Producto de este dominio llegó el 4-1, por medio de Santi Mina, que remató certeramente un centro de Denis Suárez. 

En el minuto 80 saltaría al terreno de juego otro debutante, Jordan Holsgrove, que marcó un golazo en el minuto 86, con una bolea desde la frontal del área con la pierna izquierda. El tanto espoleó al Celta que empezó a creer en la remontada, o al menos en maquillar el bochorno. Santi Mina tuvo en sus botas el 4-3 con un lanzamiento de penalti muy mal ejecutado. Y ya en tiempo de descuento llegó el castigo en forma de 5-2, que redondeaba la goleada y el bochorno. 

Se acabó la Copa del Rey, otro año más, y ahora toca pensar, cuánto antes, en La Liga y olvidarse de esta competición. Otro año será.  Sirve el partido para poner de manifiesto la enorme diferencia entre los titulares y los suplentes del equipo, y la mejorable planificación de la plantilla. 


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