El Huesca llegará a Vigo como colista y con su entrenador en entredicho. Michel ha aguantado 15 jornadas, en gran parte por la confianza de la directiva en el técnico que logró el ascenso la pasada temporada, y seguramente porque, a pesar de los malos resultados cosechados, el juego del equipo no es malo, y varios de los resultados logrados han sido engañosos.
Pero es complicado aguantar a un entrenador cuando las circunstancias son las actuales. El equipo del Alto Aragón logró la primera victoria en la jornada 13. Parecía que podría ser un punto de inflexión que cambiase la suerte del equipo del Alcoraz, pero desde entonces ha sumado un empate y una derrota, y viajará a Vigo con el puesto en entredicho.
Al menos es lo que asegura la prensa aragonesa, sobre un equipo que comenzará el partido en Balaídos con la presión añadida de ser el colista y poder acabar el año a más de un partido de la permanencia en caso de salir derrotado. Eso no significa ni mucho menos que el partido para el Celta sea fácil. Hace apenas un mes el Celta ocupaba el puesto que ahora ocupa el Huesca, pero una buena racha le ha llevado hasta la octava plaza. Si a eso unimos la facilidad del Celta para “resucitar” a equipos heridos, es evidente que no será un partido sencillo.
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