La maldición del ex


Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo

Es habitual que los ex sean muy peligrosos cuando se enfrentan al Celta, pero este año lo están siendo especialmente. En las ocho jornadas de Liga que llevamos, el equipo de Óscar García ya ha sufrido la maldición de los ex en tres ocasiones. 

La primera fue en la segunda jornada cuando Maxi Gómez marcó en Balaídos. El ariete uruguayo, que dejó el Celta en el verano de 2019, anotó un golazo ante el que nada pudo hacer Iván Villar. Aunque fue mejor el que marcó Roncaglia en El Sadar. El actual jugador de Osasuna no suele prodigarse con este tipo de goles, y no se conformó con eso, sino que además dio la asistencia del segundo. 

Este domingo el Celta volvió a sufrir en carne propia la maldición, en este caso a través de la cabeza de David Silva, que abrió el marcador en una lluviosa tarde en Balaídos, en la que la Real Sociedad acabó imponiéndose por un claro 1-4. 


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