Osasuna 2 - Celta 0 | Bocados de realidad



Óscar García introdujo modificaciones con respecto al partido de Barcelona. Regresó la línea de cuatro atrás de inicio, con Aidoo y Murillo en el eje de la zaga, y Hugo Mallo y Olaza en los laterales. Por delante de ellos Renato Tapia como único pivote, con Denis Suárez y Okay como interiores, Nolito y Baeza por las bandas, y Aspas en punta de ataque. Baeza debutaba como titular después de ser la primera opción de Óscar en casi todos los partidos. Primera suplencia para Emre Mor.

Empezó mucho mejor Osasuna, buscando de forma más incisiva la meta de Ivan Villar.  En los primeros minutos encerró a los célticos a base de empuje. Además se encontró con un gol en el minuto 22, cumpliendo una vez más la maldición del ex por medio de Roncaglia, que marcó un golazo con un derechazo desde casi 30 metros.

El gol era lo que necesitaba Osasuna para llevar el partido a su terreno, ante un Celta bastante inocente en ataque. A partir de ese momento Osasuna entregó la manija al equipo celeste y se limitó a esperar tranquilamente mientras el Celta se chocaba una y otra vez contra el muro de la impotencia, en una consecución de pases horizontales, totalmente carente de profundidad y sin inquietar lo más mínimo a Sergio Herrera, que vivió una primera parte bastante plácida.

El balance ofensivo del Celta en los primeros 45 minutos se limitó a un balón que recibió de espaldas Nolito dentro del área, en posible fuera de juego, no pudiendo revolverse para rematar en condiciones, y una galopada de Aspas por la banda izquierda que acabó con un centro sin peligro tras ganar la línea de fondo. Poco bagaje para confrontar a un Osasuna que se mostró como un equipo mucho más hecho que el vigués durante el primer acto.

Tras el descanso salió el Celta con aires renovados, encontrando espacios que no había en la primera mitad, con Nolito y Aspas bastante entonados, creando peligro en las inmediaciones de Sergio Herrera, especialmente el primero que tuvo en sus botas el gol del empate tras un gran pase de Aspas, pero no atinó con su remate con el interior.

No obstante la resistencia no duró demasiado. Quizás pesó la fatiga en los jugadores de Óscar García, pero superado el cuarto de hora volvieron a igualarse las fuerzas. El técnico catalán movió el banquillo, dando entrada a Emre Mor por Baeza, pero la tendencia para entonces ya era a la baja.

Osasuna sentenció el partido en una acción de carámbola. Roncaglia recibió el balón bastante solo en el área celeste, envío un centro chut que no iba a ninguna parte, pero allí apareció Calleri para meter la cabeza con fuerza y enviar el balón al fondo de las mallas. Este gol dejó el partido visto para sentencia.

Los últimos minutos sirvieron, además de para verificar la impotencia de un Celta carente de profundidad, para ver el debut de Miguel Rodríguez en Primera División, dejando constancia de la calidad que tiene, y poco más. Muy poco más para un Celta que se queda con 5 puntos en 5 partidos, en cifras ya de pelear por la permanencia y nada más. Queda un día para el cierre del mercado de fichajes. ¿Habrá tiempo para reaccionar?.

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