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| Foto: EFE |
Las lesiones de Rubén Blanco y Sergio Álvarez han dejado al Celta sin sus dos principales guardametas, en una situación bastante precaria, y sin un relevo para Iván Villar, lo que reclamó Óscar García durante el verano, sin mucho éxito. El caso es que el preparador catalán espera el regreso de los lesionados para tener más efectivos en la portería.
El que está más cerca de llegar puede ser Rubén Blanco. Desde hace un par de semanas ya entrena en el césped, y su regreso podría adelantarse a las previsiones más negativas, que apuntaban a mediados del mes de noviembre cuando se lesionó en el partido contra el Atlético de Madrid de la pasada temporada.
Según informa Guada Guerra en el diario Marca, su regreso podría anticiparse a las previsiones, pero habrá que tener muy en cuenta las palabras del Doctor Cota, que en su día se refirió a esta lesión como una de esas de las que no hay que fiarse por la alta probabilidad de recaídas.
El de Mos sufrió un arrancamiento del tendón del recto femoral de la pierna derecha en ese partido ante los colchoneros, que le obligó a pasar por el quirófano. Hace unos días el propio Cota expresó su satisfacción por la evolución de su recuperación, pero en el cuerpo médico celeste nadie quiere precipitaciones que puedan provocar una nueva lesión.
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