Diego López fue uno de los primeros nombres en sonar este verano, cuando todavía se especulaba con la posibilidad de que el Celta se reforzase en la portería debido a las lesiones de Rubén Blanco y Sergio Álvarez. Finalmente la apuesta fue seguir con Ivan Villar y los guardametas del filial, pero según informa el diario AS, el fichaje de Diego López estuvo muy cerca.
Informa Abraham Martínez que la llegada del guardameta de Paradela estuvo casi cerrada, pero se frustró por esos últimos flecos que complican tantas operaciones en el mundo del fútbol en general, y en particular en el Celta. La cantidad que impidió su llegada fueron 60.000 euros.
El cancerbero aceptó rebajarse el sueldo para seguir en Primera División y en un equipo que le permitía estar más cerca de su localidad natal, pero no hubo manera de limar esa pequeña distancia económica entre ambas partes. El Celta se mostró inflexible, y el jugador no quiso ceder más. Eso es lo que cuenta el diario AS.
Sus caminos se separaron. Diego López renovó por el Espanyol, donde está firmando una gran campaña en Segunda División, y el Celta se quedó con Ivan Villar, que tiene como recambios a Iago Domínguez y Álvaro Fernández, este último ya recuperado de la lesión, entró en las convocatorias cuando Raúl García fue cedido al Unionistas de Salamanca.
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