No es necesario recordar lo mal que acabó el Celta la pasada temporada. Este extraño 2020 nos deja un inicio de temporada en el mes de septiembre mientras se disputa el Tour de Francia y los playoff de la NBA, y ya que estamos en clave ciclista, al equipo de Óscar García el final de la anterior etapa casi le cuesta un disgusto en la meta, que cruzó de forma agónica por delante del Leganés.
El equipo de Óscar García encadenó los últimos siete partidos sin conocer la victoria, con un total de de cuatro empates y tres derrotas. Los puntos fueron suficientes, pero una victoria en aquellos siete partidos hubiese sido un empujón definitivo para la salvación.
El objetivo del equipo el pasado sábado era cambiar esa dinámica y empezar con buen pie la temporada, pero no pudo ser. Los de Óscar ofrecieron una buena imagen por momentos, y seguramente fueron más merecedores del triunfo, pero en este deporte gana el que mete más goles, y ni Eibar ni Celta fueron capaces de encontrarlos. Así pues, el empate deja al Celta con el partido del próximo sábado ante el Valencia en el horizonte, con la intención de que la novena sea la vencida.
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