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| Foto: EFE |
Cuando la pasada liga acabó, en aquel agónico partido ante el Espanyol, pocos hubiésemos apostado por Emre Mor como titular en el primer partido de Liga. Más bien al contrario. Tras sus experiencias fallidas en Galatasaray y Olympiacos todos apuntaría a que el Celta intentaría colocarlo en el mercado, incluso asumiendo una gran pérdida de dinero respecto a los 14 millones de euros que pagó al Dortmund hace ahora tres años.
Pero aquí estamos, con el turco-danés titular en Ipurúa, y por si esto no fuese suficiente sorpresa, se convirtió seguramente en el jugador más destacado del equipo. Sería difícil explicarle a alguien que viajase directamente de Cornellá a Ipurúa lo sucedido en estos dos meses, pero lo cierto es que su cambio de actitud, y las ganas de reivindicarse como futbolista le han hecho acreedor de una oportunidad que ha aprovechado.
Y pudo haber sido aún mejor si Dimitrovic no detiene su lanzamiento en la segunda mitad, cuando ganó línea de fondo tras irse de dos jugadores rivales con un gran regate. Al final del partido tanto Óscar García, su entrenador, como el capitán del equipo, Hugo Mallo, destacaron su encuentro: “Es un gran futbolista, que si tiene esa pausa y esas ganas nos va a dar muchísimo. El club invirtió mucho en este fichaje, y confío en que nos va a dar mucho”, dijo Mallo.
Óscar García señaló que “es un jugador diferencial, hay que encauzarlo bien, hacer que entrene bien, que esté centrado en el fútbol y no en otras cosas, y esa va a ser nuestra función. Si está centrado es un jugador muy bueno”. No hay duda de que se ha ganado la confianza del técnico y de sus compañeros, y que tiene en su mano demostrar que todo el talento que lleva dentro puede ayudar a su equipo. Si se mantiene centrado en el fútbol será uno de los grandes fichajes del Celta este verano.
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