Incertidumbre sobre la próxima temporada


Foto: Eric Alonso
La Liga se acabó este fin de semana sin saber exactamente cuando será el regreso. La previsión es que el nuevo campeonato comience el día 12 de septiembre, por lo que los jugadores del Celta tendrán unas brevísimas vacaciones antes de regresar al trabajo a principios del mes de agosto, para comenzar a preparar otra temporada que será igual de atípica que la que acaba de terminar. 

Todo son incertezas, ya que seguimos a expensas de la evolución de la pandemia. Inicialmente se preveía que a partir de septiembre pudiesen empezar a acudir aficionados a los estadios, pero eso no está tan claro a día de hoy. La opción de contar con gente en los partidos, solicitada por algún equipo para La Liga que acaba de terminar, quedó totalmente descartada y lo que parecía seguro, volver en septiembre, ya no lo es tanto ahora. 

Evidentemente la situación va a dar muchas vueltas, siempre dependiendo de la evolución de la pandemia de COVID-19 que ha puesto en jaque a los principales deportes del mundo, y que también afectará a la campaña de abonados que deberá publicar el Celta en los próximos días, y que ahora mismo está llena de incógnitas.  A todo esto hay que añadir nuevamente la incertidumbre sobre la grada de Marcador, en la que el club celeste no sabe si tendrá que desplazar a sus abonados por las obras o no. 

Tendremos que aceptar que vivimos en un año muy extraño, que está afectando a todos los niveles de nuestra visa, y por supuesto también a los deportes que seguimos. Como aficionados tendremos que adaptarnos a ver una final de Champions el 23 de agosto, y un inicio de temporada el 12 de septiembre, que va a comprimir las competiciones para acabar con plazo suficiente para que la 2021-22 sea, por fin, una temporada normal. 

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