Muchos pensaron que el Lugo había tomado una decisión demasiado arriesgada cuando apostó por el excéltico Juanfran a seis jornadas para el final del campeonato. La situación era desesperada, y se suele decir que estos casos requieren también medidas desesperadas, y no se puede decir que el equipo rojiblanco no haya acertado.
En su debut en el fútbol profesional, Juanfran ha cambiado radicalmente el rumbo del Lugo, con un balance de 4 victorias y 2 empates en 6 encuentros, un balance de 14 de 18 puntos posibles, que le han permitido lograr la salvación tras derrotar el pasado lunes al Mirandés.
El Lugo decidió cambiar de entrenador tras caer derrotado en El Molinón (2-0) en la jornada 36. Entonces ocupaba la vigésima posición, a 3 de la salvación. En su primer partido derrotó a un rival directo como el Numancia (3-1), que le servía para dar caza a los sorianos, aunque se mantenía a 3 de la salvación, que en ese momento marcaba el Albacete.
En la siguiente jornada empató en Alcorcón, un encuentro que pudo ganar, pero pese a todo le servía para reducir a 2 la distancia con la permanencia, ahora con el Numancia como referencia. Unos días después dio un puñetazo en la mesa con un importantísimo triunfo en Ponferrada, que le dejaba todavía en puestos de descenso, pero a uno de la salvación, y superando al Numancia.
Un empate ante el Girona en la antepenúltima jornada parecía condenar a los lucenses, que cerraron la temporada con dos triunfos, uno de ellos en tiempo de descuento en Tenerife (1-2), que le permitía depender de sí mismo en la última jornada, en la que no falló ante el Mirandés obteniendo una más que merecida salvación. Juanfran se ha estrenado en el fútbol profesional con un milagro, algo que no está al alcance de cualquier entrenador.
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