El espíritu de Guidetti


Foto: Marta G. Brea/Faro de Vigo
El Celta ha logrado esta tarde un punto muy importante en su lucha por la salvación, especialmente porque son esos puntos con los que no se cuentan, ante un equipo con un presupuesto muy superior, con jugadores de nivel mundial, y que para añadir dificultad se puso en dos ocasiones por delante en el marcador. 

Cualquiera en estas circunstancias hubiese dado por muy bueno el punto, y sin embargo los aficionados del Celta apagaron la televisión con un regusto ciertamente amargo, porque cuando el partido agonizaba, en el tercero de los cinco minutos que había dado de prolongación Cuadra Fernández, Nolito tuvo en sus botas el 3-2. 

Seguramente si todos eligiésemos a quien le caía ese balón decisivo, rápidamente hubiésemos descartado a Beauvue y Guidetti, apostando todo nuestro dinero por el delantero andaluz, pero en esta ocasión falló, como si se viese imbuido por el fantasma del delantero sueco de Old Trafford. Un error, que en todo caso, no tendrá las mismas consecuencias. 

Nos salvó y nos salvará en otras ocasiones, pero hoy no pudo hacerlo. El pase de Denis era un regalo, que Nolito no pudo aprovechar. Tal vez intentó perfilarse bien para su pierna derecha, y su remate salió demasiado centrado, ante la sorpresa de un Ter Stegen que ya estaba planificando su tercer viaje al fondo de las mallas. 

Una victoria que hubiera dejado al equipo celeste muy cerca de la salvación, pero hay que saborear un punto muy bueno, que pareció perdido en algún momento del partido, y con un equipo de circunstancias por las bajas y los problemas físicos de jugadores como Rafinha o Murillo, que no fueron de la partida por ese motivo. Otro motivo para creer en este equipo, que ha cambiado la cara completamente en los últimos partidos. 

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