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| Foto: Xoan Carlos Gil/La Voz de Galicia |
El partido que disputará el Celta esta tarde (19:30) tendrá vital importancia, como todos los que quedan hasta que se acabe La Liga, pero el de hoy, no solo por ser el más cercano, es un encuentro de esos que pueden ser clave para el futuro del equipo en la competición.
Después de golear al Alavés el pasado fin de semana, el Celta logró ampliar su colchón con respecto al descenso hasta los 4 puntos, una distancia que nunca había tenido en lo que va de temporada. Por eso es tan importante lograr otra victoria hoy, que dejaría al Celta con una distancia de seguridad muy grande, suponiendo como suponemos que el Mallorca no derrotará al Real Madrid.
Además, el encuentro de Anoeta es un reto para los de Óscar García, que no regalan a su afición dos victorias consecutivas en Liga desde el 8 de diciembre de 2018, cuando Miguel Cardoso era el entrenador. Aquel día el Celta derrotó al Villarreal en El Madrigal (2-3), después de hacer lo propio una semana antes con el Huesca en Balaídos (2-0).
Desde entonces no ha sido capaz de encadenar dos triunfos consecutivos, lo que en gran medida explica los problemas clasificatorias que ha arrastrado durante las dos últimas temporadas. Ni Escribá ni Óscar García han logrado dos victorias consecutivas.
La mejoría del Celta en los últimos partidos es evidente. Solo 1 derrota en los últimos 8 partidos, logrando en este periodo 3 triunfos y 4 empates. 13 puntos en 8 partidos que le han permitido salir del pozo y tomar cierta ventaja con el descenso. Ahora queda el reto de lograr esas dos victorias seguidas y apuntalar el crecimiento para evitar un final de temporada agónica.
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