Guidetti: "Berizzo fue fantástico. Podía expulsarme del entrenamiento pero al día siguiente se arreglaba con un abrazo"


Foto: La Voz de Galicia
John Guidetti recordó en una extensa entrevista sus años en Vigo para el tabloide sueco Afton Bladet. El delantero sueco señaló como se fraguó su fichaje por el Celta, que el tiempo demostró ser un acierto, bajo su criterio: 

“Venía de ganar la Eurocopa Sub-21, y es cierto que podría haber firmado por clubes aún más grandes, pero hice mis estudios cuidadosamente y me di cuenta de que el Celta sería el club perfecto para mi”, explica, algo que comprobó en un Memorial Quinocho, en el que derrotó al Genoa por cuatro goles a cero: “Un amigo me dijo “no puede ser su equipo A, es completamente imposible”, pero eso fue todo. Ganamos 4-0 y fácilmente podría haber sido el doble. Me di cuenta de que el Celta no solo era bueno, sino que nosotros éramos realmente muy buenos”. 

El jugador repasó su primera temporada, recordando con especial cariño su primer gol, ante el Barcelona, que suponía el 4-1 en un inolvidable partido: “Fue el último gol, pero se sentía como casi decisivo. Cuando ganas 3-1 contra el Barcelona y queda un cuarto, todavía no te puedes dar por vencedor. Entonces si miras las reacciones del banquillo, y de la multitud cuando marqué el 4-1 no son las reacciones normales si anotas en un partido que ya está decidido. Fue un alivio total, fue adrenalina, fue euforia, fue todo”, explicó. 

Ese día se dio cuenta de que podía hacer algo importante en el fútbol español: “Hace unos años casi todos decían que mi carrera estaba terminada. Ahora era el Barcelona el que tenía que sacar el balón de las mallas, Messi y Neymar tenían que escuchar por megafonía la canción “Jonny G” a todo volumen mientras ellos tenían que poner el balón en el centro  y ver que decía Guidetti debajo del 4-1 en el marcador. Esto fue al máximo nivel mundial. Es difícil poner en palabras lo grande que era realmente para mí”, recuerda. 

Recordó sus grandes momentos en la Copa del Rey, con su golazo ante el Atlético de Madrid, que metía al equipo en semifinales, y también la presión que sufrieron en la eliminatoria ante el Sevilla, pero también desveló anécdotas de los entrenamientos: 

“Berizzo fue fantástico en todos los sentidos. Es uno de los mejores entrenadores que he tenido hasta ahora en mi carrera. Podría ser expulsado del entrenamiento, pero al día siguiente se solucionaba con un abrazo cálido y mutuo. Realmente nos entendimos. Me desafió todo el tiempo”. 

El ariete sueco recuerda su primer año como el mejor de su vida: “Vigo sigue siendo una ciudad y un club que amo mucho, y sé que todos, desde el presidente hasta los aficionados, también me aprecian mucho”, señaló. 

Un cariño que se extiende a su familia: “Cuando vivía allí, mi padre reconstruyó una casa que todavía tiene, y a menudo habla de como el apellido Guidetti todavía significa algo en esa maravillosa ciudad costera gallega. Si alguien ve el nombre en su tarjeta de crédito, cuando va a una tienda o una cafetería, siempre hay una serie de comentarios muy positivos”, concluye. 

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