Así deberá ser Balaídos después del Coronavirus


Foto: Octavio Passos/Getty Images
(EFE) Apuesta porque en las instalaciones deportivas se aplique la cultura del 'no contacto' con activación de luces por infrarrojos o inodoros de autodescarga y, ante todo, recintos en los que se primen la reducción del aforo y los controles sanitarios fijos en los accesos.

La reducción de aforo -hasta un 15 por ciento-, puertas de apertura automática, activación de luces por sistemas de detección infrarrojo, aplicación de la cultura del 'no contacto' -que incluye inodoros de autodescarga y dispensadores automáticos de jabón-; pago a través del móvil de entradas, consumiciones y compras, son algunas de las medidas expuestas por Mark Fenwick, del estudio de arquitectura Fenwick Iribarren, para los estadios de fútbol en la nueva era post virus COVID-19.

Fenwick tambien incide en que la instalación de controles sanitarios fijos a la entrada de los estadios, como medición de temperatura corporal y alta tecnología para el reconocimiento facial vinculado a la base de datos y evitar el acceso a personas de riesgo, serían determinantes en la transformación de las actuales instalaciones deportivas ante el nuevo escenario que vivirá el fútbol profesional a medio plazo.

El arquitecto considera que la tecnología de temperatura, igual que la seguridad, es bastante económica. «La tecnología incluso de reconocimiento facial de las personas y tener una base de datos de los curados, creo que es más fácil incluso que una entrada de seguridad; que es más física», señala.

En cuanto al modo de comprar alimentos o bebidas en el interior de los recintos, se inclina por pedidos y pagos a través de los móviles para evitar colas, movimientos de personas en los descansos y seguir el criterio de «no tocar». «Si la tecnología, que la tenemos, como el teléfono móvil, nos permite pedir algo e incluso que lo traigan al asiento o que te avisen de cuándo está listo tu pedido para ir a recogerlo, hay que usarla».

Una de las sugerencias más curiosas planteadas por este estudio de arquitectura es colocar lonas con fotografías de personas para que los jugadores no sientan que el estadio se encuentra vacío durante el tiempo que esté prohibido la asistencia de público a los partidos: «Creo que los jugadores no juegan lo mismo con gente o sin gente». Y va más allá con la posibilidad de que que se use la tecnología para «vestir estadios con personas» cuando se retransmita por televisión.

Fenwick Iribarren también se decanta por estadios multidisciplinares «que aporten opciones de otros deportes» y, ante lo que se está viviendo durante esta crisis, «tienen que poder adaptarse a ayudar en momentos como estos, como ha ocurrido en IFEMA para crear hospitales».

«Creo que estos cambios son estructurales», puntualiza Mark Fenwick, que recuerda que otras situaciones extremas llevaron a realizar cambios en los estadios. «Me acuerdo cuando los grandes desastres de Inglaterra cambiaron los estadios con la gente de pie a la gente sentada y se redujo un 30% el aforo. También después del 11-S todo el proceso de cambio en la seguridad. Creo que es un reto sostenible y vendible», concluye.

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