Fiódor Smolov, de gran promesa a villano del fútbol ruso


(EFE) Smólov fue durante muchos años la gran promesa del fútbol ruso junto a Alexandr Kokorin (Zenit), pero nunca llegó a cumplir con las expectativas -probó sin suerte en el Feyenord con 20 años- hasta que recaló en 2015 en el Krasnodar, donde se convirtió en el mejor jugador del país.

Había dejado atrás su fama de mujeriego, se ganó la titularidad con el equipo nacional, le marcó dos grandes goles a España (noviembre de 2017) en un partido amistoso y era el rostro feliz del equipo anfitrión.

Todo se torció meses antes del partido inaugural. Recientemente, reconoció que fue preso de la ansiedad. El caso es que perdió la titularidad semanas antes del torneo, en el que apenas jugó e incluso falló una pena máxima en la tanda de penaltis de los cuartos de final ante Croacia.

Ese fallo le convirtió en un villano a ojos de los rusos e incluso tuvo que pedir públicamente perdón por lanzar el penalti “a lo Panenka”. Ahora, Fiódor busca una segunda oportunidad antes de cumplir los 30 (9 de febrero).

De ello depende que se haga con un hueco en la Eurocopa, ya que ahora mismo no cuenta para el seleccionador, Stanislav Cherchésov.

Aunque ahora pocos lo recuerdan, Mostovói también deambuló por Europa después de ser la estrella del Spartak Moscú. Por suerte, el Celta le dio una segunda oportunidad a los 28 años, después tuvo ofertas del Real Madrid y el Juventus, y se convirtió en una leyenda del fútbol gallego.

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