El reto de Aspas con las tarjetas amarillas

Iago Aspas ha disputado todos los partidos esta temporada, pero desde hace unas jornadas tiene la espada de damocles de la suspensión por sanción. Parecía que iba a forzar para cumplir el partido en el Santiago Bernabéu, pero finalmente aguantó ante el Sevilla, y pudo estar en el estadio madridista. Con buen criterio, ya que se marcó un partidazo y fue clave en el empate logrado por los de Óscar García. 

Quedan por delante 13 jornadas, y parece complicado aguantar. Aspas ha ganado con los años moderación, y sobre todo respeto entre los árbitros, pero sigue siendo un jugador temperamental, con facilidad para la protesta en situaciones límite. Y hoy visita el estadio de Los Cármenes, un estadio complicado para el moañés por la hostilidad de la afición local hacia su figura. 

Por lo tanto el delantero moañés tendrá un doble reto. Por un lado ayudar al equipo ante un equipo que se le suele dar bien, aunque sobre todo en Balaídos, y por otro acabar el partido sin incidentes y mantenerse con las cuatro tarjetas amarillas que ha visto hasta la fecha, para poder participar en el próximo compromiso del Celta ante el Getafe. 

Eso sí, de perderse un partido, quizás el de Getafe no sea mala opción. El Coliséum Alfonso Pérez es un estadio que se le suele dar mal al Celta, con o sin Aspas, aunque también es cierto que este año pueden estar "distraídos" por la eliminatoria de Europa League ante el Inter de Milán.  Dicho esto, estoy convencido de que la madurez de Aspas puede servir para aguantar los partidos que quedan sin cumplir ningún partido de sanción.