El Celta se hace mayor


Cuando Óscar García tomó las riendas del Celta no tardó en detectar uno de los grandes problemas que afectaban al Celta: Su escasa capacidad psicológica. El fútbol es un deporte en el que los detalles cuentan, y mucho, y la mentalidad ganadora suele ser tan importante como la táctica o la propia calidad del equipo. 

Sobran los ejemplos de equipos que han sido capaces de rendir por encima de lo esperado, y otros que son incapaces de alcanzar los resultados que por su calidad se le presuponen. El Celta estaba entre estos últimos, incapaz de levantar un resultado en contra, y con serias dificultades para aguantar resultados favorables. No hablemos de aquellos partidos en los que se ve en inferioridad numérica. 

Los tres últimos partidos han servido para demostrar que se está trabajando en esta faceta, y que además está dando resultados. Ante el Sevilla fue capaz de remontar un 0-1 anotando dos goles en los últimos minutos, y el definitivo en el minuto 91. Una victoria que debería ser un punto de inflexión, y que parece que lo está siendo. 

Desde ese encuentro el Celta logró empatar en el Bernabéu, después de que el equipo blanco remontase el 0-1 inicial, anotando el empate a 5 minutos del final, y aguantando esos minutos más el descuento sin sufrir demasiado. Ayer, ante el Leganés, en un partido psicológicamente complicado, supo reponerse a jugar con uno menos durante 70 minutos, aprovechó la única ocasión que tuvo, y se defendió con orden y criterio durante más de media hora a pesar, insistimos, de jugar con uno menos. 

Sin duda algo ha cambiado en este Celta, y es probable que Óscar García y su equipo tengan mucho que ver en esta mejoría. 

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