Decía Óscar García en la previa del partido que Denis Suárez tendría su momento, y que, como todos los jugadores de calidad del equipo, ayudarían al Celta en la recta final del campeonato. El de Salceda no atraviesa un buen momento. Ha sido suplente en las nueve últimas jornadas de Liga, y parece complicado entrar en el equipo por el buen momento de los jugadores de la medular.
Sabe que debe aprovechar los minutos que tenga, que por cierto no han sido muchos en las últimas semanas, y ayer dio buena cuenta de la veintena de minutos que le brindó su entrenador en el Bernabéu. Denis se situó en una zona interior, cerca de Rafinha, y brilló en una acción que le dio un punto al Celta, con un maravilloso pase al desmarque de Santi Mina, que aprovechó el regalo para anotar el segundo gol del Celta.
Dicen que los entrenadores son felices cuando los suplentes marcan un gol. En este caso no podría serlo más, ya que dos de los jugadores que saltaron al campo en la segunda mitad participaron en esta acción, y además son futbolistas que necesitan este tipo de refuerzo moral. Tanto Mina como Denis llegaron como estrellas este verano, y por el momento no están justificando la ilusión que desató su llegada a Vigo.
En el caso de Denis, seguramente el gran fichaje del verano, está siendo especialmente acusada la decepción de la hinchada, que ayer pudo comprobar que Denis existe, y no es producto de su imaginación. El jugadorazo que ha militado en equipos como el Manchester City, el Barcelona o el Arsenal es el mismo que lleva el dorsal 6 del Celta esta temporada. Y empieza a dar puntos.
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