El Mirandés, próximo rival del Celta en la Copa, no disputó su partido de este fin de semana debido al estado del terreno de juego de Anduva. El estadio de Miranda de Ebro, que será escenario del partido de este jueves, estaba totalmente anegado por las lluvias registradas en la localidad burgalesa en las horas previas a la disputa del choque, por lo que el colegiado decretó la suspensión del encuentro, que todavía no tiene fecha para su disputa.
La duda es saber cómo estará el césped de Anduva el próximo jueves. La previsión meteorológica habla de más lluvias sobre Miranda de Ebro para esta semana, especialmente el martes y el miércoles, aunque no para el día del encuentro. Lo que parece evidente es que el terreno de juego no presentará las mejores condiciones, lo que sin duda será un condicionante para ambos equipos.
Además el factor descanso beneficiará a los burgaleses, en contrapartida con el esfuerzo realizado por el Celta ayer en San Mamés. Los de Óscar García también tendrán el inconveniente de disputar un nuevo partido ante el Eibar con menos de 72 horas de distancia, por lo que es posible que el técnico catalán presente un once muy alternativo. Y es que en la lista de prioridades del equipo celeste no está, por las circunstancias clasificatorias, La Copa.
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