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| Foto: M. Moralejo/La Voz de Galicia |
Después de casi un mes sin jugar, Rafinha reapareció ayer en Balaídos. El internacional brasileño saltó al terreno de juego en la segunda mitad, disponiendo de una veintena de minutos para demostrar que está totalmente recuperado de la lesión sufrida en el Benito Villamarín ante el Betis, y también para mostrar todo el fútbol que tiene en sus botas.
La mejoría del equipo con la entrada de Rafinha al terreno de juego fue evidente. Movió al equipo desde el centro del campo, y su estancia en el campo coincidió con los mejores minutos del Celta, y da la sensación de que no por casualidad.
Óscar García habló sobre su pupilo al final del partido: “A Rafinha lo conozco bien, sé lo que nos puede dar. Venía de una lesión y no estaba para jugar los noventa minutos, pero me gustó el tiempo que estuvo sobre el césped”, manifestó el técnico catalán.
Rafinha fue uno de los fichajes más ilusionantes del verano, pero hasta el momento no ha acabado de cumplir con lo esperado. Entre lesiones y el mal juego del equipo, apenas ha podido brillar, pero sus minutos en el partido de ayer son un canto a la esperanza pensando en el futuro a corto plazo. Si lo respetan las lesiones, y logra asentarse en el equipo, puede ser uno de los jugadores más importantes esta temporada.
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