Aspas insistió para jugar de inicio ante el Villarreal


Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo
La victoria del Celta ante el Villarreal en el tramo final de la pasada temporada ya es historia para el club celeste. El equipo de Fran Escribá perdía 0-2 al descanso, situado entonces a 7 puntos de la salvación en el regreso de Iago Aspas, que se destaparía en la segunda mitad con un hat-trick salvador que daba vida al Celta, iniciando el camino de la reconquista. 

Pero hay una parte de la historia que muchos aficionados no conocen. Aquel día Iago Aspas jugó entre algodones, y contra la voluntad de su entrenador, que prefería que no jugase de inicio: “El día anterior el entrenador me dijo que no me veía para ser titular. Llegó el día del partido, hablé con el segundo entrenador y con Oubiña, y les dije que tenía que jugar, que sería un plus para los compañeros”, apuntó anoche en el programa Land Rober de la Televisión de Galicia. 

Al final del partido, tras ser sustituido, el jugador rompió a llorar, en una imagen que se convirtió en uno de los iconos de la pasada temporada, no solo para el celtismo, sino para La Liga. Una imagen que ningún aficionado al fútbol olvidará en mucho tiempo. 

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