El Celta cuenta con un buen ramillete de prometedores canteranos en sus categorías inferiores, pero pocos apuntan tan alto como el delantero Miguel Rodríguez, que está destacando este verano con el Celta B, a pesar de contar con tan solo 16 años. La precocidad es uno de los principales argumentos del delantero, que ya ha podido debutar con el filial y mostrar todas sus armas.
Ayer le dio la victoria al Celta en un amistoso disputado ante el Ourense en Barreiro. Con este tanto ya suma tres, después de marcar el pasado domingo un doblete en la reinauguración del estadio que lleva el nombre de Iago Aspas en Moaña.
Se trata de un futbolista de ataque, que juega preferentemente por la banda derecha. Destacó en el Cadete A anotando 24 goles en 25 partidos, y el año pasado llegó a jugar con el juvenil de División de Honor, a pesar de que por edad no le correspondía dar todavía el salto. En principio esta temporada debería ser uno de los líderes del equipo juvenil, pero es posible que también tenga alguna oportunidad con el Celta B.
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