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| Foto: Óscar Vázquez/La Voz de Galicia |
El presidente del Celta, Carlos Mouriño, hizo ayer balance sobre lo que puede suponer para el Celta la reforma de la grada de Marcador, de la que dijo que no tienen información por parte del Concello, más allá de lo que es público, imaginamos.
El jerarca se refirió también al cambio de butacas en Río bajo: “Tenemos que destacar que se pierden 600 plazas con la reforma de Río Bajo. No tenemos ni idea de qué se quiere hacer con Balaídos, cuándo, dónde y de qué. No tenemos ningún tipo de información concreta”, explicó.
También se refirió a la reubicación de espectadores, donde reconoce que el club está un poco perdido: “No sabemos cuándo reubicar a los asociados porque no sabemos cuándo será el inicio de las obras, ni los días, y va a ser complicado porque la obra de Marcador supondrá 4.600 asientos menos, y 4.510 son abonados. La reubicación va a ser tremenda y ahora cuando salga la campaña de abonados, una de las cosas en la que más insistiremos es en que tienen que saber que en algún momento del campeonato hay que reubicarlos, y que no podrá ser por por peñas ni por grupos, sino en los asientos libres en la grada”, apuntó el mandatario.
Mouriño también recordó que “hemos solicitado una auditoría con una empresa de renombre mundial para una inspección completa a Balaídos, y a partir de ahí nos reuniremos con ustedes para decirles cuál es la valoración que tenemos del estadio. No estamos de acuerdo en cómo se hacen las cosas, con la obra y con los rumores que no tenemos que dar por buenos. El estadio no va a quedar ni la mitad de lo que se dijo que iba a quedar, que quedarán partes aisladas como la grada de Tribuna, no se podrá circular por el estadio de forma generalizada. Después nos reuniremos para decir qué pensamos concretamente de Balaídos”, finalizó.
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