Hoy se cumplen 18 años de la última final del Celta: La Copa del Rey de 2001 contra el Real Zaragoza, una oportunidad única porque el Celta llegaba como gran favorito ante un equipo maño que se había salvado del descenso en las últimas jornadas. Era el broche final a una temporada intensísima, que comenzó el 15 de julio del año 2000 con la Copa Intertoto, que ganó el Celta para conseguir su pase a la UEFA, donde alcanzó los cuartos de final.
En aquella eliminatoria el equipo vigués cayó eliminado ante el Barcelona, pero tomó cumplida revancha unas semanas después frente al equipo catalán en la Copa del Rey, logrando el pase a la gran final, donde se mediría al Real Zaragoza, el equipo que le había ganado en 1994.
Pero en esos siete años muchas cosas habían cambiado para ambos equipos. Víctor Fernández era ahora el entrenador del Celta, después de ganar la Copa con los aragoneses en 1994. Además, el Celta había crecido hasta convertirse en un equipo habitual de competiciones europeas, que peleaba por las primeras plazas en La Liga.
El Celta presentó de inicio un equipo muy competitivo: Cavallero, Velasco, Berizzo, Cáceres, Juanfran, Giovanella, Jayo, Karpin, Gustavo López, Mostovoi y Catanha. Para acabar de rematar la superioridad, a los 4 minutos Mostovoi marcó un golazo que suponía el 1-0, después de llevarse a media defensa aragonesa para batir a Laínez.
Era la situación ideal, pero el Celta no supo rematar la faena. A los 24 minutos Aguado logró el empate para los maños, y antes del descanso Jamelli daría ventaja nuevamente a los aragoneses al transformar un penalti. El Celta estaba perdido, desconocido. No planteó batalla en casi ningún momento, llegando la sentencia en el descuento con un gol de Yordi, que dejaba fríos a los 30.000 aficionados celestes presentes en la grada del Estadio de La Cartuja, a pesar de que la tarde-noche sevillana no era precisamente fría.
Desde entonces el Celta ha estado cerca de alcanzar otra final en tres ocasiones. Dos en la Copa del Rey y una en la Europa League, quedándose a las puertas tras ser eliminado en semifinales. El Celta seguirá buscando en los próximos años ese primer título que se le resiste, y como decía Berizzo, algún día seremos capaces de derribar esa puerta a base de golpearla.
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