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| Foto: LFP |
La derrota del Girona ante el Levante ha salvado a casi todos los equipos de la zona baja, salvo al Celta, que matemáticamente aún no puede celebrar la victoria, pero que lo tiene realmente fácil para seguir un año más en la máxima categoría. El equipo de Escribá estaría salvado de forma matemática con un empate ante el Rayo Vallecano en casa, un equipo ya descendido y sin nada en juego, que este domingo cayó en casa ante el Real Valladolid.
En el caso de perder ese encuentro, se salvaría si el Girona no logra vencer al Alavés en Mendizorroza, e incluso si gana tendría que ser por goleada ya que el Celta tiene muy favorable el goal-average. El Celta cuenta actualmente con un -9, mientras que el equipo catalán tiene -15. Como además el equipo celeste ha marcado más goles, el Girona necesitaría que su victoria y la derrota del Celta fuese por 7 goles entre los dos partidos.
Es decir, para descender el Celta tendría que perder 0-1 y que el Girona gane 0-6, o perder 0-2 y que los catalanes venzan por un rotundo 0-5, o un 0-3 en Balaídos y un 0-4 en Mendizorroza, etc, etc. Es decir, el descenso del Celta sería una debacle que francamente es bastante improbable, especialmente si tenemos en cuenta que el Girona solo ha podido ganar uno de los últimos 9 partidos, en los que solo ha podido marcar 5 goles.
El propio Eusebio Sacristán, que entrenó al Celta entre 2009 y 2010, pidió perdón a la afición y al club por el descenso del Girona, dando por hecho que no hay opciones para la permanencia. En todo caso, bien haría el Celta en no relajarse, y eso será la labor de Fran Escribá para esta semana, con el objetivo de resolver cuánto antes su partido y evitar sustos innecesarios.
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