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| Foto: Faro de Vigo |
La Temporada 2018-19 ha sido nefasta en el plano deportivo. Al final quedó en un susto, en gran medida por el papel de la afición, que fue clave en la recuperación del equipo cuando todo parecía perdido. Y eso precisamente es lo mejor de este curso. La comunión entre la afición y el vestuario, y el compromiso mostrado por el celtismo convierte a esta temporada en una auténtica oportunidad para el futuro.
Dicen que todas las crisis encierran una oportunidad, y esta crisis de resultados puede ser muy beneficiosa para el Celta a nivel social. Desde Casa Celta se han mostrado muy torpes en su relación con el celtismo, pero hay que reconocer que la campaña “A Nosa Reconquista” ha sido un éxito rotundo, y la demostración de que el Celta tiene la capacidad de conectar con la afición, y que cuando las cosas se hacen bien, los resultados suelen llegar.
El celtismo vive un buen momento. La salvación ha hecho olvidar el desastre de temporada, y por ese motivo la campaña de Abonados debió presentarse el mismo lunes, justo después de terminar el curso. Otros equipos, como el Espanyol, ya la han presentado, y el Celta dilapidará esa oportunidad cada día que pase sin presentarla.
Pero debe hacerlo con novedades que resulten atractivas para el abonado fiel, y también para los que se pueden animar a acompañar al Celta durante la Temporada 2019-20. Estos encuentros han demostrado que hay gente interesada en animar al Celta. Cierto que en muchos casos acudieron sin pagar, pero el camino es convencerlos para animarse a pagar y subirse al barco. Pero debe ser lo antes posible, para evitar que todo esto que se ha creado en torno al equipo se enfríe.
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