Athletic 3 - Celta 1 | Montilivi convierte en fiesta el funeral de San Mamés


El Celta cayó derrotado con claridad en San Mamés, en un partido que se torció desde el principio con dos goles tempraneros. En la segunda mitad recortó distancias por medio de Iago Aspas, y los goles del Levante en Montilivi dejan al equipo celeste virtualmente salvado. 

De entrada hubo cierta sorpresa en la alineación inicial, ya que Boufal ocupó un puesto en el banquillo, entrando en su lugar Brais Méndez, mientras que Hoedt fue el elegido para sustituir a un Cabral que no entró en la convocatoria. El resto del equipo el mismo de las últimas jornadas. 

Escribá temía el arreón inicial del Athletic, por eso pidió agresividad a sus jugadores desde el primer minuto, y lo cierto es que la cosa prometía cuando Maxi Gómez anotó el primero a los cinco minutos, pero lo hizo en posición de fuera de juego y el tanto fue anulado. Unos minutos después volvió a tener una ocasión parecida, aunque en esta ocasión no encontró la portería. 

Pero al cuarto de hora todo se empezó a torcer para el Celta cuando Araujo derriba a Munian dentro del área. El colegiado señala penalti, que transforma en gol Raúl García. Y sería el mismo jugador el que dos minutos después marca el segundo tras una jugada combinativa que desarboló al Celta. 

El Celta intentó reponerse de este doble golpe y gozó de una buena ocasión en las botas de Lobotka, que se internó en el área tras pase de Aspas, y tras un amago remató a portería, aunque sin problema para Iago Herrerín. El golpe de gracia lo dio Iñaki Williams en el 39, aprovechando un grave error en el despeje de Rubén Blanco para recuperar el balón y marcar a puerta vacía. 

El Celta se iba al descanso muy tocado, y más pendiente de lo que pasaba en Girona que de lo que podía suceder en San Mamés. Escribá retiró a los 18 minutos de la reanudación a Maxi Gómez, apercibido de sanción, para asegurarse su presencia en la última jornada. Mejoró el Celta en esta segunda mitad, pero sin generar demasiado peligro. 

Las noticias llegaban desde Girona. Primero con preocupación por el gol de Stuani, que complicaba al Celta, aunque Morales empató a renglón seguido. A todo esto, en San Mamés seguía habiendo un partido y pasaron cosas importantes por la diferencia de goles. Iñaki Williams marcó el 4-0, pero fue anulado por fuera de juego, y unos minutos después Aspas pondría el 3-1 desde el punto de penalti. 

La algarabía para la hinchada celeste llegó con el segundo gol del Levante, obras de Enes Bardhi, que deja al Girona virtualmente descendido. Las noticias buenas no llegaron en el campo donde jugaba el Celta, sino desde Montilivi. Y el funeral que era la zona visitante acabó convertida en una fiesta ante lo que es una salvación que solo una catástrofe podría evitar. 

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