Cuando Pedraza marcó el 0-2 para el Villarreal quien más y quien menos dio el partido por perdido. Cierto que siempre queda la ilusión de una posible remontada, pero la experiencia del celtismo invitaba a pensar que el partido estaba perdido. No por la diferencia entre ambos equipos, que no estaba siendo exagerada y ni mucho menos correspondía con el resultado, sino por la incapacidad que ha demostrado el Celta para dar la vuelta a un marcador así en los últimos años.
Y es que la remontada vivida ayer en Balaídos no se veía desde el 27 de septiembre de 2003, en los tiempos de Mostovoi en un Celta que compaginaba la Liga con la Champions League, y que acabó descendiendo al final de esa temporada.
El Real Valladolid era el rival, entrenado por Fernando Vázquez, con Bizzarri en portería, Caminero en sus últimos años como futbolista y Makukula como delantero centro. El congoleño marcó dos goles que dejaban el partido casi sentenciado en el minuto 49.
Pero entonces apareció Mostovoi. El ruso lideró una remontada en la que también marcaron Jesuli (minuto 55) y Milosevic (minuto 71), y que cerraría el astro ruso con un gol salvador en el minuto 81.
En aquel Celta jugaron Cavallero, Velasco, Cáceres, Sergio, Sylvinho, Luccin, José Ignacio, Gustavo López, Jesuli, Mostovoi y Milosevic. En la segunda parte también entrarían Juanfran, Ángel y Vagner. Miguel Ángel Lotina era el entrenador.
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