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| Foto: Lalo R. Villar/Diario AS |
Raúl Martín Presa ni perdona ni olvida. El singular presidente del Rayo Vallecano sigue muy molesto con Felipe Miñambres, que dejó el club tras el descenso del equipo franjirrojo en el verano de 2006 para fichar por el Celta. En su despedida no hubo nadie del club, y operarios del Rayo taparon cualquier tipo de emblema o publicidad relativa al conjunto vallecano, en una estampa verdaderamente curiosa.
Casi tres años después, Presa sigue dolido con el actual director deportivo celeste, tal y como expresó en la rueda de prensa de presentación de Paco Jémez como nuevo entrenador de su equipo, recordando que hay “otros empleados” que “no volverán al club mientras yo esté aquí”, en referencia a Felipe.
La trayectoria de Felipe en el Rayo fue larga, llegando a ser entrenador del primer equipo y director deportivo durante seis temporadas. Su buen hacer en el equipo vallecano, que sobrevivió en Primera División con un presupuesto bastante limitado, llamó la atención del Celta, que lo incorporó en el verano de 2006 para suplir la baja de Miguel Montes Torrecilla.
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