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| Foto: RC Celta |
Tenía que ser él. Iago Aspas ha revitalizado al Celta con un doblete en una maravillosa remontada ante el Villarreal que coloca al Celta con todas las opciones en la lucha por la permanencia. El moañés abrió el marcador para el Celta con un gol de falta, y lo culminó transformando un penalti a cinco minutos para el final del choque.
El canterano fue titular en un equipo que contaba con la novedad de Lucas Olaza en el lateral izquierdo, y Hoedt en el eje de la zaga en lugar de Araujo. El resto del equipo era más o menos el esperado, con Okay y Lobotka en el mediocentro, Brais y Boufal por las bandas, y la pareja letal arriba.
Comenzó bien el Celta, que presentó una interesante puesta en escena con acercamientos a la portería de Asenjo, pero el Villarreal marcó en la primera que tuvo. Ekambi aprovecha la indecisión de la zaga para anticiparse a todos y batir a Rubén Blanco. Primer golpe de la tarde para un Celta que veía como la burbuja de la reconquista se pinchaba en el minuto 16 con un golazo de Pedrazo, que se fue de todo el Celta para batir la meta celeste. Facilidades todas las del mundo.
El Celta quedó muy tocado. Y también la afición, que había llenado Balaídos para empujar al equipo y tratar de salir del pozo. El Villarreal se sentía comodísimo. No necesitaba tener balón, pero exploraba las contras con mucho peligro. Rubén Blanco salvó al equipo en un par de ocasiones, y la sensación al descanso era que el 0-2 no era tan mal resultado a la vista de lo que había mostrado el equipo sobre el campo.
En la reanudación salió el Celta más decidido, más agresivo en la presión sobre la salida de balón, y mostrando sus dientes desde el primer minuto. Pero el punto de inflexión llegó en el minuto 50. Falta al borde del área y aparece Iago Aspas para rescatar por enésima vez al Celta marcando el 1-2.
Balaídos volvió a creer, y el equipo también. Aspas dio con la contraseña para desbloquear al Celta, y la remontada estaba en el ambiente. Los vigueses ya eran por entonces los amos del partido. El Villarreal se defendía muy ordenado, dificultando las llegadas locales, que se basaban en centros de Olaza desde la banda.
El uruguayo sorprendió a Balaídos por su capacidad para poner balones medidos al corazón del área, y uno de ellos lo cazó Maxi para empatar con un fantástico cabezazo. El centro merece la pena una revisión por la precisión y belleza del golpeo.
Con el empate la reconquista estaba más cerca. Había entrado Sisto al terreno de juego en lugar de un desacertado Boufal, y el 3-2 llegó, pero lo hizo con intriga, ya que el VAR tuvo que revisar un penalti sobre Brais Méndez, anulado por fuera de juego previo de Aspas, que no era. El propio Aspas transformaría la pena máximo con su habitual tranquilidad, aunque mordida, para llevar el delirio a Balaídos.
En los instantes finales Escribá pertrechó al equipo, dando entrada a Kevin en lugar de Olaza, y a Cabral para la ovación a Iago Aspas. Con los cambios entregó el balón al Villarreal, que atacó con poca eficiencia, por lo que el marcado no se movió. Victoria de oro para un Celta que se sitúa a un punto del Villarreal, con el goal-average ganado. Hay vida gracias a Aspas.
Ficha técnica
Celta: Rubén; Hugo Mallo, Costas, Hoedt, Olaza (Kevin, min 84); Yokuslu, Lobotka; Boufal (Sisto, min 71), Brais Méndez, Iago Aspas (Cabral, min 89); Maxi Gómez.
Villarreal: Asenjo; Mario, Álvaro, Víctor Ruiz, Quintillà; Cazorla, Morlanes (Bacca, min 81), Iborra, Pedraza; Chukwueze (Fornals, min 69), Toko Ekambi.
Goles: 0-1 Ekambi, min 10; 0-2 Pedraza, min 15; 1-2 Aspas, min 50, 2-2 Maxi Gómez, min 70; 3-2 Aspas, min 85
Árbitro: Jesús Gil Manzano, del comité andaluz. Amonestou a Hugo Mallo (RC Celta) e a Pedraza, Mario, Víctor Ruiz (Villarreal)
Campo: Balaídos (22.316 espectadores)
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