La defensa de cinco ha llegado para quedarse


Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo
Miguel Cardoso ha dado un giro radical en su planteamiento de los partidos. El técnico luso, harto de encajar goles que han costado derrotas, decidió reforzar la defensa optando por un sistema con cinco defensas, tres de ellos centrales, gracias al que logró dejar la portería a cero y sumar un importante punto en un campo tan complicado como el de Mendizorroza. 

No es la primera vez que Cardoso coquetea con este esquema. Ya lo hizo en el partido de Copa frente a la Real Sociedad, donde el inventó no salió muy bien, y hace quince días en Getafe, un partido que estuvo marcado por la parcial actuación arbitral de González Fuertes, que echó por tierra un prometedor planteamiento que permitía al Celta ir por delante en el marcador hasta que llegó la acción del supuesto penalti de Hugo Mallo. 

Y tras lo visto ayer, parece que este sistema ha venido para quedarse. Al final del partido, los jugadores del Celta destacaban la solidez defensiva como el principal paso para crecer en las próximas jornadas. La ausencia de Iago Aspas ha hecho mucho daño, pero esta baja no influye en la debacle defensiva en la que se ha sumido el equipo en los últimos tiempos. Así que es muy posible que en el futuro sigamos viendo un Celta con tres centrales, un recurso que cada vez más equipos utilizan, y que puede servir para acabar esta temporada con un final, sino feliz, al menos no dramático. 

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