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| Foto: LFP |
Después de dos partidos de ausencia desde su llegada a Vigo, Ryad Boudebouz tuvo ayer la oportunidad de debutar con la camiseta del Celta, en un partido que no pasará a la historia del club, y que tampoco será recordado por una portentosa actuación del jugador franco-argelino, que ejerció en la línea de tres mediapuntas planteada por Miguel Cardoso para paliar la ausencia de delanteros en el equipo.
Vaya por delante que el equipo no estuvo bien en general, pero Boudebouz no demostró merecer más oportunidades de las que ha tenido hasta ahora, y probablemente no tenga muchas más en el futuro. Su participación fue prácticamente inapreciable. Apenas tocó balón, y cuando lo hizo no mejoró casi ninguna de las pelotas que llegaron a sus pies.
Además, nada más comenzar la segunda mitad cometió un error tremendo al hacer una entrada demasiado exagerada para parar a un rival que estaba casi fuera del terreno de juego. Levantó la pierna en exceso, el árbitro lo vio, y acabó siendo expulsado dejando al equipo en inferioridad numérica durante 40 minutos en la segunda mitad. Si ya estaba siendo superado por el Levante, a partir de aquel momento la remontada se volvió imposible.
Veremos si en el futuro logra reconciliarse con la afición celeste. Sería una gran noticia para todos, pero lo cierto es que su puesta de largo no ha sido la que ninguno de nosotros esperaba.
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