Uno de los grandes problemas en la planificación del Celta para esta temporada fue la posición de delantero. Desde el pasado verano todo han sido decisiones bastante extrañas, que han llevado al Celta a quedarse con tan solo dos delanteros en la primera plantilla, lo que es especialmente preocupante si tenemos en cuenta que tanto Mohamed como Cardoso han decidido utilizar a los dos en el equipo inicial.
Todo comienza cuando se escapa Borja Iglesias. El delantero santiagués jugó cedido la pasada temporada en el Zaragoza, pero tenía claro que no volvería a Vigo. El Espanyol pagó 10 millones de euros por sus servicios. El que también regresaba era Claudio Beauvue, pero diferencias con el club le alejaron de Vigo nuevamente. Durante el verano a Mohamed le gustó Dennis Eckert, y se apostó por el alemán como el recambio de Maxi Gómez y Iago Aspas.
El paso de las jornadas demostraron que tal vez el joven atacante aún no estaba para jugar en el primer equipo. Se abría el mercado de fichajes y el Celta tenía por delante todo un mes para intentar reforzar esa zona, pero ha pasado el día 31 y no solo no se ha fichado ningún delantero, sino que el tercero, el propio Eckert, ha sido cedido al Excelsior.
En los últimos días se habló de la posible llegada de Sergio León, pero finalmente el refuerzo de ataque ha sido Boudebouz, un futbolista de enorme calidad, pero que no suple las carencias del Celta en la delantera. El resumen es que, no solo no ha reforzado esa posición, sino que se ha debilitado con la salida de Eckert.
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