 |
| Foto: Javier Etxezarreta |
Decía Miguel Cardoso antes del partido frente a la Real Sociedad que respetaba la Copa del Rey, pero que lo verdaderamente importante era La Liga. Viendo la alineación que presentó ayer en Donostia no se puede negar que sea un tipo consecuente con sus palabras. A todos nos sorprendió la alineación, con cinco defensas y sin un delantero centro.
Parecía temerario, y aunque lo cierto es que el equipo no estuvo horrible, era como una escopeta sin balas. Tardó casi 60 minutos en introducir a un delantero puro, y en ningún momento rompió la defensa de cinco, a pesar de que el equipo necesitaba superioridad en el centro del campo y chispa arriba para batir a una Real Sociedad que con muy poco se llevó el partido y la eliminatoria.
Cardoso habrá echado sus cuentas. El Celta no está precisamente bien clasificado en La Liga, siempre con la espada de damocles de los puestos de descenso encima de su cabeza, y con la esperanza de llegar a Europa, que no pierde la afición a pesar de la dificultad que entraña. Habrá echo sus cálculos y ojalá le salgan bien, pero esta eliminación, y la actitud mostrada en esta eliminatoria le puede pasar factura más adelante.
Todo dependerá del rendimiento del equipo en los próximos partidos. Es indudable que existe una mejoría desde su llegada al equipo, y poco a poco se va acercando a la idea que quiere implantar en el Celta, pero necesita tiempo y paciencia, y es posible que esta eliminación, y la forma de plantearla, ha minado bastante la paciencia, ya de por sí escasa, de la afición celeste.
Sus detractores, que ya los tiene a pesar de que llegó hace dos días, irán con todo a poco que se compliquen las cosas, y ya empiezan a hacerlo. Solo pararán con victorias.
0 comentarios:
Publicar un comentario