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| Foto: LFP |
El Celta cayó derrotado ante el Sevilla, en un partido que se descompuso en la segunda parte tras la expulsión de Néstor Araujo por doble cartulina amarilla. Además el Sevilla marcó el segundo a renglón seguido y el partido se puso cuesta arriba, aunque los célticos no se rindieron y gracias a un golazo de Boufal tuvo opciones hasta el último minuto.
Tras el mal papel ante el Getafe, Antonio Mohamed recuperó la defensa de tres centrales, con Hugo Mallo y David Juncà como carrileros. Por delante de ellos Lobotka y Fran Beltrán, y arriba Sisto, con libertad de movimientos, y los dos puntas de siempre: Iago Aspas y Maxi Gómez.
El partido comenzó igualado y bastante soso. Sin un dominador claro y pocas llegadas, se imponían los errores sobre las virtudes. El Celta, sin hacer mucho, generó una gran ocasión en el minuto 13 después de que Maxi recogiera un centro y dejase el balón a Sisto, que no pudo precisar su disparo a pesar de tener cierta ventaja.
El Celta vivía sus mejores momentos, ya que tan solo cinco minutos después Cabral cazó un balón dentro del área pero no supo resolver. No estaba siendo un gran partido por parte de ningún equipo, y todo apuntaba al empate en el marcador hasta que en el minuto 39 llegó la acción del primero para el Sevilla.
Franco Vázquez llevó una contra que acabó con un centro lateral que se fue muy desviado. Los celestes abandonaron la jugada, pero el balón no salió por la línea de fondo, lo que aprovechó Jesús Navas para recogerlo, poner un centro que fue rematado por Sarabia, completamente solo, por el carril del centro.
Un fallo de concentración llevaba el partido al descanso con el Celta por debajo en el marcador. Un resultado que seguramente no era justo. Tras la pausa, Antonio Mohamed realizó cambios, retirando del terreno de juego a Pione Sisto para dar entrada a Dennis Eckert.
El Celta cambió la cara tras el descanso. Se volvió más agresivo y creó la primera ocasión a los 2 minutos, cuando Vacilik tuvo que intervenir a un buen disparo de Aspas. Parecía que el partido podía cambiar, pero Araujo dejó al Celta con uno menos en dos jugadas prácticamente seguidas. Primero tras un encontronazo con Carriço, y posteriormente tras una falta innecesaria que le costó la expulsión. Fallo del colegiado, ya que previamente el mexicano había sido objeto de falta y ahí debería haberse acabado la jugada.
Con uno menos el Celta sufre mucho, un mal endémico del equipo vigués, que cuatro minutos después encajó el segundo. Con cierto suspense, ya que el asistente anuló inicialmente el gol, pero el VAR confirmó que era legal. Ben Yedder ponía por delante a los andaluces y dejaba una diferencia en el marcador que parecía imposible de recuperar.
El equipo de Mohamed sufrió mucho en los siguientes minutos. Se veía venir el tercero, pero los vigueses resistieron. En el 69 entró Boufal por Iago Aspas, y el marroquí llevaría la incerteza al marcador gracias a una gran acción individual culminada con un precioso disparo ante el que no pudo hacer nada el meta sevillista.
Quedaban seis minutos más el descuento, y el nerviosismo apareció en Nervión, pero el equipo celeste no lo pudo aprovechar. El juego se paró mucho, y apenas dispuso de una oportunidad, en las botas de Lobotka, cuyo disparo salió muy por encima del larguero. Final, y nueva derrota de un Celta que no gana desde la tercera jornada.
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