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| Foto: LFP |
Iago Aspas apenas estuvo una temporada en el Sevilla, y tampoco es que sus actuaciones le convirtiesen en un futbolista inolvidable para la afición sevillista, pero más de tres años después de su salida del club hispalense, su recuerdo sigue presente entre la afición, que ayer despidió al jugador del Celta con aplausos cuando fue sustituido.
De él destacan en su etapa como jugador del Sevilla su gran comportamiento en el vestuario, a pesar de ser uno de los habituales suplentes de Unai Emrey. El moañés apenas contó con oportunidades en la Copa, pero muy pocas en La Liga, y en las competiciones europeas. Aspas se tuvo que conformar con las migajas, y aunque dejó buenos momentos en la Copa del Rey, lo cierto es que su participación en el Sevilla fue bastante discreta.
En el verano de 2015, tras un año en el equipo andaluz, el Celta decidió fichar nuevamente a la gran estrella de la cantera en los últimos años, con el deseo de que aquel futbolista que se marchó al Liverpool como una de la promesa del fútbol europeo, regresase al Celta convertido en el futbolista que prometía cuando se fue. Los resultados son inequívocos, y en Sevilla parece que han seguido su carrera.
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