Crecer desde la defensa


Foto: LFP
Cuando Antonio Mohamed tomó posesión del Celta en lo primero que se fijó fue en la sangría defensiva en la que se había convertido el equipo en las dos últimas temporadas. La cifra de goles en contra imposibilitaba cualquier objetivo europeo que se propusiese, y por eso trabajó para conseguir una consistencia defensiva que no había tenido durante los últimos años. 

La pretemporada sirvió para trabajar, pero todavía no se veían los resultados. El Celta seguía siendo un equipo que encajaba goles con facilidad, y como tampoco estaba muy fino arriba, no pudo ganar ningún partido. En los dos primeros partidos de Liga el equipo también encajó, aunque no perdió ninguno de los dos partidos y ganó ante el Levante encajando un gol de penalti. 

Ante el Atlético se vio la mejor versión del Celta en este aspecto, con una gran firmeza defensiva, combinado con un rival que no anduvo excesivamente fino, pero es meritorio que el Atlético de Madrid cuelgue más de una decena de balones y no remate prácticamente ninguno. En temporadas anteriores, cada centro del rival acababa en un remate, y así las posibilidades de encajar aumentan sustancialmente. 

Mohamed quiere crecer desde la defensa, busca un equipo sólido en las primeras jornadas, y por eso ha ido variando su esquema, e incluso jugando con tres centrales. No es un sistema destinado a ser definitivo, porque la confección de la plantilla del Celta está pensada para que el talento tenga preponderancia sobre la retaguardia, pero en estos primeros encuentros es importante que el equipo crezca de atrás hacia adelante. 

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