No digas que fue un espejismo


Foto: LFP
Néstor Araujo se convirtió este verano en el defensa más caro en la historia del Celta. El club celeste apostó fuerte haciéndose con un internacional por México, que ha sido titular indiscutible en las últimas campañas con Santos Laguna, con quien se proclamó campeón de Liga. 

En Príncipe entendieron que era necesario reforzar la zaga con un futbolista contrastado, de rendimiento inmediato, y que además era del agrado de Antonio Mohamed, quien lo conocía perfectamente de su estancia en la Liga MX. Lo cierto es que los comienzos de Araujo en el Celta sembraron ciertas dudas. Dicen que los jugadores altos y pesados, como él, tardan más en coger el tono físico, y esto se notó en pretemporada, e incluso en la primera jornada ante el Espanyol, donde se le vio lento. 

Sin embargo, ante el Levante el pasado lunes pudimos ver su mejor versión. Araujo se mostró sólido y contundente en defensa, repartió el balón con cierto criterio, la virtud más apreciada por el propio futbolista, e incluso tuvo en su cabeza el que entonces sería el 0-3, con un remate que Oier despejó al palo. Sería la guinda a una actuación redonda, de un futbolista que ha demostrado que tiene fútbol en sus botas, aunque ahora necesita cierta continuidad para hacernos ver que lo del lunes no fue un espejismo. 

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